APUNTES I (PARA EL EJERCICIO I)
Este primer contenido sobre lectura crítica lo dedicamos a su definición y caracterización comparativa y a la descripción de las competencias y habilidades que debe poseer un lector crítico.
Lectura crítica (Parte 1).
1.- Contexto y conceptualización.
Un texto contiene un mensaje escrito con sentido para quien lo escribe y para quien lo lee o escucha. Es decir, que el autor para comunicar sus ideas debe codificarlas en aquello que elabora. Y el lector, como intérprete del mensaje que le es transmitido debe decodificar esa información (Figura 1).
Ahora bien, esta interacción no es única pues no siempre el lector va a entender exactamente aquello que el autor pretendía transmitir. En la interpretación influyen: sus conocimientos, su contexto vital, su situación emocional e incluso el ambiente físico y el momento en el que está leyendo.
El texto puede estimular la memoria del receptor y ayudarlo a recuperar recuerdos que interfieren en su interpretación. O puede conectarse con emociones y experiencias previas del lector que condicionan el mensaje que el lector percibe de las palabras escritas.
En consecuencia, leer (además de disfrutar) es comprender. Ahora bien, como dice Cassany (1999): “Comprender requiere construir el contenido pero también descubrir el punto de vista o los valores subyacentes (la ideología)”.
En esa comprensión es necesario poner en juego diferentes competencias y habilidades cognoscitivas que ayuden a deducir, analizar, relacionar, captar, identificar, inferir, etc. La lectura exige que el lector sea un sujeto activo que interprete, ajuste, resuma y enriquezca esa información que le está siendo transmitida. Y al mismo tiempo, que adopte una posición respecto a lo que se le transmite.
Figura 1. Codificación y decodificación de los mensajes.
La lectura además de ser una actividad comunicativa y lingüística es una práctica socio-cultural y un proceso dinámico e interactivo de diálogo entre autor y lector a través del texto. De ahí que podamos decir que la lectura crítica y comprensiva ha de ser el objetivo fundamental cuando se aborde la revisión de un texto. Y con ello no queremos decir que baste con opinar sobre el contenido de un texto. Es necesario entender el texto para ir más allá de la opinión y poder emitir juicios de valor -sólidos y bien argumentados- sobre lo expuesto por el autor.
En esta revisión es posible identificar cuatro áreas o niveles de interpretación que se realimentan y complementan como se muestra en la figura 2. Mediante ellas se logra un lectura de las líneas (literal), una lectura comprensiva (interpretativa), una lectura entre líneas (inferencial) y una lectura tras las líneas (crítico-reflexiva).
Figura 2. Áreas de interpretación y comprensión en la lectura de un texto.
A.- En el estadio literal se intenta comprender lo que el autor quiere comunicar explícitamente, es decir, en la superficie del texto. Para ello, el lector considera:
- El tipo de léxico, sus usos, características y significados coloquiales o formales.
- El estilo sintáctico y la estructuración de los párrafos a lo largo del texto.
- Los conectores y la forma en la que se relacionan las ideas en la narración.
Este nivel permite una interpretación general (esto es, la idea global del texto que se desprende de una primera lectura) o específica (es decir, la comprensión de los elementos que integran el texto: palabras, oraciones, párrafos e ideas).
B.- El nivel interpretativo completa la lectura comprensiva al permitir que el lector extraiga el sentido global y específico del texto al ir relacionando sus contenidos con los conocimientos previos sobre el tema que tiene en su memoria.
La identificación de palabras clave e ideas (principales y complementarias) en el contexto disciplinar donde se puede enmarca el texto son ahora los elementos a tener en cuenta.
C.- El bloque inferencial se corresponde con la interpretación de los mensajes que el autor pretende comunicar pero que no escribió en el propio texto sino que lo expuso mediante pistas o avisos dispersos en la narración.
El lector identifica y reconoce la pistas, las interrelaciona y concluye (infiere) las ideas implícitas que le comunica el autor en ese texto. Este proceso implica que el lector prestara atención a:
- El significado cultural de palabras y expresiones.
- La forma en que se estructuran las oraciones.
- Los tipos de vínculos que se establecen entre las diferentes partes del texto.
- Las relaciones entre ideas principales y secundarias.
- Los estilos de escritura y su integración en el tipo de narración que está leyendo.
D.- Por último, en el nivel crítico-reflexivo se procede a valorar, analizar y juzgar tanto el contenido transmitido por el texto como las inferencias establecidas a partir de él. Es decir, el lector adopta una posición en relación con el texto y compone argumentos que apoyen sus percepciones y conclusiones de la lectura efectuada. Este nivel incluye los anteriores pues un lector puede pensar críticamente sobre un texto solo cuando lo ha entendido.
En este proceso participan:
- Su habilidad mental para crear relaciones lógicas causa-efecto.
- Su nivel cultural y la escala de valores sociales y personales.
- Su conocimiento de los temas tratados en el texto.
- Sus principios éticos y criterios de valoración de los temas tratados.
- Su experiencia lectora y habilidad crítica.
- Su bagaje vital.
- Su sentido común.
De este modo, la lectura crítica facilita la comprensión y puesta en práctica de diferentes vías de interpretación del texto considerando su variedad de significados y sentidos.
2.- Características y utilidad.
En definitiva, la lectura crítica es una técnica lectora metacognitiva que permite descubrir mediante un proceso activo, analítico y reflexivo como el caracterizado en el diagrama de la figura 3: las ideas e información contenidas en un texto escrito, las ideologías subyacentes y las huellas del contexto sociocultural, político, económico e histórico del autor y su época.
Las valoraciones o juicios a los que se llega tras la lectura crítica pueden ser de varios tipos:
- Aceptabilidad: el lector admite o rechaza lo que se le comunica en el texto según su escala de valoración personal.
- Exactitud y validez: el lector compara el contenido del texto con su conocimiento o con otras fuentes de información y evalúa el nivel de adecuación a los objetivos pretendidos.
- Probabilidad: el lector interpreta como realidad o fantasía aquello que lee basándose en su contexto y experiencia vital.
- Asimilación: la valoración y construcción de relaciones lógicas entre los grupos de ideas presentadas en el texto le conducen a apropiarse o asimilar el texto.
Figura 3. Esquema de la lectura crítica.
Las competencias que se entrenan mediante la lectura crítica y comprensiva son:
- Cognoscitivas.
- Identificación de opiniones, puntos de vista e intencionalidades.
- Habilidades comunicativas, lingüísticas y discursivas.
- Identificación de las funciones narrativas y tipos de textos (estructura, recursos, funciones, registro).
- Capacidades valorativas, emocionales y afectivas.
- Reconocimiento de contenidos, hechos, presunciones y elementos estéticos.
- Capacidad para percibir el detalle y las connotaciones.
- Pragmatismo y curiosidad inquisitiva.
- Asociación, extrapolación y establecimiento de relaciones causa-efecto.
- Análisis situacional y contextual.
- Valoración de intenciones e ideologías.
- Verificación de la validez de hechos, opiniones y juicios de valor.
- Identificación y clasificación de ideas y argumentos.
Esta lectura reflexiva permite al lector fortalecer su responsabilidad en sus propias ideas, cultivar la tolerancia y el respeto hacia las ideas ajenas y mejorar su conocimiento e interpretación del mundo.
- Interpretar todos los mensajes que el autor pretende transmitir tanto explícitos como implícitos.
- Identificar lo principal, lo secundario y lo complementario.
- Filtrar, clasificar y agrupar la información recibida.
- Interconectar informaciones diversas y crear nueva información propia en la que se integra su experiencia, su contexto social y su personalidad individual.
- Inferir y deducir relaciones, predicciones y conclusiones a partir de los mensajes del texto.
- Construir argumentos que sustenten su posición personal ante lo que se comunica en el texto.
- Diferenciar los hechos de las intuiciones, los juicios de valor o las opiniones.
Figura 4. Habilidades de la lectura crítica.
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